Donde el morbo no llega, llega una madura acompañante o putas Platja D´Aro cerca del mar en la Costa Brava. Tan malentendidas como esperadas estas señoritas que se muestran con diminutivo, cuando su exposición debería corresponderse con el término SEÑORAS con todas las mayúsculas. Porque la labor que hacen es tan exclusiva como necesaria. Y es ni más ni menos que acompañar, escuchar, seducir y atender a esas personas, hombres que buscan cariño, placer o carecen de él. Algo tan denostado y mal mirado como es la prostitución, que de forma innata y natural, ya en el mismo nombre arrastra esa connotación, en la misma cadena fonológica. Los malos sonidos.
La realidad y la función que cumplen las putas Platja D´Aro es completamente opuesta. Es una labor hasta humanitaria, calmando la sed y apagando esa soledad que muchos casados, divorciados, solteros o parejas en celo, llevan consigo. Por eso, ante esa hipocresía de la sociedad, hoy se escribe este pobre, breve y humilde artí-culo sin miedo al ridí-culo.
Escorts Playa de Aro o putas Platja D´Aro in situ y directo
Desde tiempo atrás el lenguaje ha sido determinante en cualquier relación personal, título de vanguardia o portada de un libro. Palabras y su significado o discursos y su apariencia, siempre han tenido consecuencias. Por eso hay que señalar que las palabras, los vocablos han estado muy en la delantera y en el resultado pragmático y práctico de cualquier situación cotidiana. No es de extrañar que la palabra puta o prostituta también haya tenido sus secuelas o frutos.
Los que conocen etimologías y origen de palabras sabrán el origen un poco dubitativo de la palabra puta. En su versión más edulcorada o dulce ya el ilustre filólogo y lexicógrafo Corominas apuntaba al término putta o puttus en sus inicios, que significaba muchacha o muchacho respectivamente. Luego, otra interpretación más realística la crea el afamado escritor y lexicógrafo también Sebastián Covarrubias. Que dice que viene del latín putida (podrida), que es una mujer ramera y ruin de mal olor y siempre caliente, escalentada. Apunta Covarrubias: ¡putida, devuélvenos los libros que tenemos que estudiar!
En definitiva, y cabe señalar que esta segunda interpretación mucho más dura y soez que la primera, con esto queremos apagar o cuando menos, desalentar al valor de las palabras. Tantas veces enaltecidas o sobrevaloradas, con tan solo escucharlas. Miedo y escándalo al oír o ver escrito putas Platja D´Aro, escorts Platja D´Aro o ya para los más castellanos, putas Playa de Aro.
Qué importan las palabras si la realidad solo es una. Fdo. Una puta deliberada e incomprendida.
